miércoles, noviembre 23, 2005

martes, noviembre 15, 2005

¿Dónde estaba Freud?



Sergio y yo navegamos por alta mar a bordo de un velero de película, de pronto la paz se rompe al paso agitado de… ¿¿Britney Spears?? Parece que sí.
Viene promocionando una nueva línea de productos de maquillaje, me embadurna la cara con todos sus potingues y sin darle mayor importancia a la aparición estelar decido saltar al agua totalmente desnuda, desde allí y con un explícito comportamiento erótico incito a Sergio a que me acompañe en el baño y cuando este se encuentra a punto de saltar, me río y me alejo nadando a toda velocidad hasta que de pronto el pánico me alcanza y no me siento capaz de volver, estoy muy cansada, y no me quedan fuerzas. Con tan buena suerte que me doy cuenta de que he llegado al bordillo de la piscina del Olivar, pero Sergio me avisa desde el barco de que tenga cuidado con… ¿¿el calderón tropical que anda?? Pues sí!
Consigo salir por la escalerilla pero dos calderones tropicales me persiguen fuera del agua, tiene los ojos totalmente negros y los párpados rojos, me dan mucho mucho miedo, así que me pongo a correr por unas pistas forestales, les doy esquinazo y se me pasa el susto.
Fundido en negro y… allí que vamos, seguimos subiendo por las pistas (no sé como ha llegado Sergio hasta aquí), esta vez nos acompañan unos amigos, pero la verdad es que no consigo ver sus caras, y todos subimos por los caminos de la montaña mientras yo les intento convencer de la necesidad de mantener limpios los cortafuegos, termina el ascenso y aparecemos en… ¿¿la piscina de Ariño?? Colocamos las toallas, nos tumbamos al sol y mientras surcan el vuelo dos mega-aviones de pasajeros, de repente tres cazas y dos helicópteros, los aviones comienzan a realizar unas extrañas maniobras y uno de ellos explota en el aire, caos total todos explotan las llamas y los restos del fuselaje llegan hasta nosotros que tenemos que salir huyendo y un trozo de avión a modo de meteorito atraviesa la tierra, corremos a ver los destrozos y resulta que esta piscina al aire libre estaba a su vez en un avión que al recibir el impacto se vuelve un mar de lava y vemos la cola del aparato destrozada y sabemos que vamos a morir, así que Sergio y yo nos metemos en las bodegas de equipaje para intentar salvarnos y allí estaba mi maleta morada llena de… ¿¿comida?? Mmm que bien! Sabemos que tampoco tenemos escapatoria desde ahí, así que robamos uno de los coches que transportaba el avión y unos bidones de gasolina y montones de botellas de agua, pero mientras seguimos escuchando los gritos de la gente que hay encima nuestro y tenemos que saltar del avión con el coche y siguen gritando y sabemos que vayamos donde vayamos llega el fin del mundo y… y… y entonces me desperté con una taquicardia de cuidado y al borde del infarto. Fiuuuu menos mal que sólo era un mal sueño.

martes, noviembre 08, 2005

jueves, noviembre 03, 2005

Destilando

Inmenso honor del que he disfrutado permitiéndoseme el acceso a la lectura de la epístola etíliko-pingüinil. Un derroche de sabiduría (popular o no), buen gusto y mejores maneras literarias.
Tras paladear cada palabra, cada párrafo, cada folio, sólo me queda exclamar: ¡¡Lástima no ser pingüina!!

Doy por hecho que tan original orden del día y desarrollados argumentos habrán logrado movilizar a toda la colonia, así que desde aquí os mando mis mejores deseos, que os vaya bien bonito y que no os lesionéis más de lo justo y necesario para el buen progreso de la sesión etíliko-consejera. Aprovecho, también, para pediros un favor: sería de mi agrado que en lo que respecta a cierto pingüino-etíliko (muy etíliko) lo de “punchar” (extraño verbo que jamás antes escuche) por aquellas tierras siga siendo materia de estudio e inspiración para Asimov, sólo en el caso de que esto sea posible (lo de no punchar, no lo de inspirar), por supuesto.

No menos sustancioso, que esas letras impresas, resulta el contenido de la AÚN en construcción página etíliko-pingüina:
www.etilikos.org, a la que a todos los lectores (escasos) de este blog recomiendo la visita.

Otra cosa mariposa (nunca mejor dicho):
No tuve el placer de conocer a Monchito, pero en el caso de no ser rescatado en óptimas condiciones para ocupar su cargo y ejercer sus funciones, y ante la remota posibilidad de que se organice por vuestra parte un casting de “A CUAL MÁS ABSURDA Y RIDÍCULA MASCOTA”, me autoproclamo representante (siendo por todos conocido mi buen gusto en la materia, en caso de dudas pidan referencias de Mostosette)… por donde iba… ah sí, representante de: EL OSO ANGELOSO (inseparable y fiel compañero desde mis más tierna infancia. Aguanta con asombroso estoicismo todo tipo de canalladas), LA PATATA RATA (sin credenciales, pues la conozco hace 10 minutos), y por último mas no por ello menos deseable EL HUEVO BEBO (se trata de un ser un tanto delicado pero tratado con cariño su EVP, Esperanza de Vida en Peña, asciende a 15 minutos).


Resumiendo:

1) La carta llegó a mis manos.
2) Me encané.
3) Si alguien ha conseguido leer toda esta extraña elucubración lo flipo… y si ha entendido algo, ni te cuento!!!
4) ¡¡Buena Costillada!! Y apingüinados besos destil
ados
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