Sé que no es estéticamente correcto, quizás ni siquiera agradable y además no concuerda con la filosofía del blog, pero igual que no pude resistir la tentación de tomar esta foto tampoco puedo evitar el impulso de colgarla
En honor a la verdad he de decir que esa foto resume bastante bien el "agro-fin de semana". Despedida de solter@ en Murillo de Gállego:
Viernes 04.00 zulu, salgo de currar; 08.30 madrugón de la muerte; 12.00 pintxo de tortilla en el acuario (todos los demás llegan tarde, menos Fofo que aún no ha dormido); 13.30 compramos disfraces de chino y china pa putear a los novios; 15.00 comemos en Loarre y por fin llegan Ruth y Javi, ah y Patricio (que nos ha dado mucho juego, jijiji); 15.40 nos confundimos de camino y vamos en dirección contraria, todos los coches nos siguen casi me meo de la risa; 16.00 redireccionamos; 16.30 llegamos tarde a Murillo el resto de invitados a la despedida nos espera con cara de pocos amigos jeje; 17.00 comienza el paintball solo diré que menos mal que la pinturita de marras no es tóxica y que gracias a la máscara de protección he salvado los ojos, creo que con eso lo digo todo; 19.00 acaba la tortura "no siento las piernas". A partir de aquí pierdo la concepción del tiempo, sé que nos duchamos, cenamos y después bebimos y fumamos sin talento, y recuerdo que me contaron que hubo follón, que casi se dan de ostias con los hippies del pueblo, que vino la guardia civil desde Ejea y algo de unas multas por no llevar chaleco reflectante jajajajjajaaa que yo me tragué del todo.... Ah sí y unos franceses un poco bordes que mandaban a sus hijos a despertarnos y algo de la guerra psicológica a Patricio. Luego ya recupero el conocimiento de la hora: Domingo 11.30 desayuno; 12.30 a las pozas; 14.00 paella multitudinaria y granos de arroz duros como piedras, café y a las 17.00 en Zaragoza.
Llegué destrozada, no comprendo como podía estar tan cansada, he dormido 17 horas seguidas y aún no estoy bien del todo, me duele todo el cuerpo y tengo unas agujetas que me muero, en fin lo pasamos bien.
1 comentario:
Como decimos en mi casa esto sólo se le ocurre "al que asó la manteca".... jajaja
La verdad es que la mayoría eran muy majos, incluso me encontré allí a un amigo de la infancia que se había dejado rastas y se había echado al monte jajaja
Pero es que un par eran muuuuuy malos y debían tener mucho frío y por eso querían nuestras cazadoras jajaja que fort!!
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